domingo, 18 de diciembre de 2011

ODONTOLOGÍA EN LA TERCERA EDAD

A medida que vamos aumentando en años, todo nuestro organismo va experimentando cambios, y esto por supuesto también incluye la cavidad oral con todos lo órganos y tejidos adyacentes que lo conforman.
Existe la creencia errónea, entre las personas en general, de que la pérdida dental es una consecuencia natural del envejecimiento.
Sin embargo, ésta casi siempre se debe a una limpieza deficiente de la cavidad bucal.
Además, ésta determina, en cierta medida, la mala nutrición, puesto que limita la variedad de alimentos, ya que los de consistencia dura no pueden masticarse.
Por lo tanto:
LAS PIEZAS DENTARIAS SE PIERDEN PORQUE EXISTE UNA ENFERMEDAD ORAL, NO PORQUE SE ES MAS VIEJO.
Para analizar las causas de haber llegado a la situación extrema de pérdida de piezas dentarias tenemos que saber que eso tiene mucho que ver con la falta de PREVENCIÓN oportuna, la ausencia de información sobre el cuidado de la salud dental y el temor que representa la visita al odontólogo.
Al no  existir una prevención ni un tratamiento dental adecuados, nos encontramos ante la dramática realidad de que un alto porcentaje de adultos mayores presentan pérdida parcial o total de piezas dentarias.
Lo cual tiene como consecuencia un nefasto  circulo vicioso, no puede masticar bien, menos aún si se trata de alimentos duros, impidiendo la ingesta de nutrientes esenciales; no puede relacionarse en forma cómoda porque la fonación está alterada por falta de dientes.
La apariencia estética es deficiente, todo lo cual le impide mantener una relación social normal, tendiendo a caer en el aislamiento  y  depresión.
La patología que es posible encontrar en la boca del adulto mayor es variada, pero claramente existen cuadros más frecuentes, que debieran orientar en cuanto al énfasis preventivo y al tratamiento de elección.
Como todo sistema, éste puede presentar alteraciones de orden degenerativo, patología tumoral, traumatismos y enfermedades de origen infeccioso.
Dentro de estas últimas, existen dos que merecen especial atención  por constituir ambas problemas de salud pública; la caries y la enfermedad periodontal.
Existen en el adulto mayor una serie de características que aumentan este riesgo y que con frecuencia dificultan que todas las medidas preventivas y terapéuticas disponibles puedan llevarse a cabo en forma ideal.
Este hecho evidentemente puede alterar el curso de una enfermedad, prolongando su duración o empeorando el pronóstico, posibilidad que debe ser conocida por el paciente.
A continuación se presentan los principales factores que pueden influir en la salud oral del adulto mayor y en el resultado de las terapias a realizar:

-Presencia de una o más enfermedades de base.
Las enfermedades de base que debemos considerar por su directa o indirecta relación en la salud oral son la diabetes, hipertensión, osteoporosis, enfermedades hematológicas, alteraciones hepáticas, insuficiencia renal, alteraciones visuales y motoras, alteraciones nutricionales, alteraciones de origen mental y cuadros que provoquen algún grado de inmunosupresión.
Cuando un paciente presenta alguna de estas patologías, es primordial que el Odontólogo  determine si el paciente está en tratamiento y si el cuadro se encuentra estabilizado, antes de ejecutar cualquier maniobra odontológica, por sencilla que ésta pueda ser.
Si las circunstancias lo ameritan, el paciente debe ser remitido al médico tratante para su evaluación, aunque ello implique la postergación del tratamiento dental.
En el caso de pacientes que presentan afecciones hepáticas y renales, las precauciones deben centrarse en las alteraciones sistémicas que generan estos cuadros, especialmente a nivel circulatorio, hematológico e inmunológico y que pudiesen complicar el tratamiento dental.
Pacientes con alteraciones motoras, visuales y mentales, indiscutiblemente se encuentran limitados para mantener una adecuada higiene oral.
En ellos es fundamental indicar técnicas de aseo simplificadas, de lo contrario la terapia no tendrá los resultados esperados y redundará en incumplimiento y frustración por parte del paciente.
-Terapia farmacológica variada y con frecuencia de larga duración
Todo fármaco administrado a un paciente, junto con ejercer su acción farmacológica benéfica, lleva asociada la capacidad de producir efectos secundarios y reacciones adversas en el organismo, especialmente en tratamientos de larga duración.
Muchos de los fármacos utilizados por pacientes adultos mayores provocan como efecto secundario una disminución del flujo salival o xerostomía.
Dentro de ellos están algunos analgésicos y antidepresivos, antihistamínicos, antipsicóticos, antihipertensivos, anticolinérgicos en general y derivados de los alcaloides opiáceos.
La principal complicación derivada de xerostomía de larga duración es el aumento de incidencia de caries radiculares y de candidiasis oral, además de la aparición o aumento de las molestias en pacientes portadores de prótesis removible.
Pacientes bajo terapia con anticoagulantes, requieren la suspensión temporal del fármaco, cuando el odontólogo requiera realizar procedimientos que provoquen algún grado de hemorragia.
Todo el proceso ha de efectuarse en estrecha comunicación con el médico tratante, pues es él quien determina cuándo y por cuánto tiempo el paciente suspenderá la terapia.
Las principales patologías que afectan al adulto mayor son La Caries Dental y las Enfermedades Periodontales.

Para mantener su salud oral se recomienda:
1.      Cepillado, idealmente 5 veces al día (al despertar, después del desayuno, la comida, la cena y antes de acostarse) y como mínimo después de cada comida.
2.      Cepillos dentales de mango ancho y filamentos suaves.
3.      Utilización diaria de pasta dental fluorada.
4.      Utilización diaria o semanal de enjuagues bucales con flúor.
5.      De acuerdo a las capacidades motoras del paciente, utilizar aditamentos especiales
6.      Como seda dental, cepillos interdentales y eventualmente cepillos eléctricos.
7.      Control odontológico mínimo una vez al año.
8.      Consuma una dieta bien balanceada.
9.      No use productos derivados del tabaco.



LA SINUSITIS Y SUS IMPLICACIONES DENTALES

La sinusitis es una enfermedad frecuente que se debe a la infección e inflamación de uno o más de los senos paranasales (senos frontales, maxilares).
Suele acompañarse con malestar general y cefalea.

CAUSAS:
La causa primaria que conduce a la sinusitis es la obstrucción de los orificios de los senos lo que impide el drenaje del moco allí producido.
Los causantes más habituales son las bacterias.
Existen otros factores asociados a la sinusitis que son rinitis alérgica, rinitis vasomotora, síndromes de deficiencia de anticuerpos, disfunción ciliar, fibrosis quística, cuerpos extraños e infecciones dentales, entre otros.

 SINTOMAS:
·        Cefalea (dolor de cabeza fuerte)
·        Secreción mucopurulenta (amarilla, verde o con sangre)
·        Fiebre
·        Tos
·        Dolor al masticar

El dolor no es el primer síntoma que se presenta en condiciones patológicas de los senos paranasales.

Su presencia indica generalmente que el proceso patológico de los senos paranasales se ha extendido más allá de los límites de los senos.

 Debido a la cercanía del seno maxilar con los dientes, estos pueden verse afectados y el dolor puede referirse recíprocamente.
Sin embargo cuando el problema primario es en los senos paranasales, estos generalmente se ven afectados bilateralmente.

Y los dientes aunque permanecen vitales ante pruebas eléctricas pulpares, pueden presentar dolor a la percusión pero sin signos de infección a nivel intraoral.

La sinusitis crónica puede inducir una cefalea persistente; ésta es consecuencia del aumento de la presión intracavitaria secundario a la acumulación de moco.

 En estos pacientes la evacuación de las secreciones va acompañada con cesación del dolor.

 MANIFESTACIONES BUCALES:
Las complicaciones bucales están relacionadas con la presencia de abscesos
alveolares en premolares y molares superiores debidas a su proximidad con el proceso infeccioso de los senos maxilares.

En ciertas oportunidades, la sinusitis maxilar puede cursar con dolor dentario o edema de mejilla o párpado inferior.
En las odontalgias que generalmente son causadas por sinusitis del seno maxilar.
El paciente reporta dolor sordo y continuo en los dientes y sensación de extrusión de los mismos.
Condición que puede estar acompañada de congestión nasal, dolor a la presión en el área de la maxila, fiebre, molestia retroorbital, malestar general y descarga purulenta por la nariz.

 TRATAMIENTO:
Ø  La sinusitis debe ser tratada por un médico especialista otorrinolaringólogo o internista.
Ø  El tratamiento se basa en permitir el drenaje de las secreciones acumuladas en el seno afectado, esto se logra mediante descongestivos y antiinflamatorios.

Ø  Se utilizan antibióticos para disminuir el número de bacterias, si el padecimiento es mayor algunas veces hasta cirugía debe hacerse.

RECOMENDACIONES:
Ø  Intente siempre expulsar la secreción post-nasal, se puede ayudar con gárgaras de agua con sal.
Ø  No abuse de los medicamentos de venta sin receta médica.
Ø  No fume y evite los lugares con mucho humo.
Ø  Evite los lugares con aire acondicionado.
Ø  Mantenga un tratamiento adecuado si es portador de alguna forma de rinitis crónica.



LA NUTRICION Y SUS DIENTES

Una buena nutrición no es sólo necesaria para llevar una vida saludable, también juega un papel clave en el desarrollo y la protección de una buena salud dental.
Una buena salud dental es parte de una vida saludable.
La salud dental es un elemento imprescindible para tener una vida saludable.
No es sólo tener dientes saludables o no tener enfermedades, significa tener dientes, encías y boca saludables, relajados y útiles.
La salud dental también facilita una buena nutrición.
Necesitamos tener los dientes y las encías saludables para masticar y tragar los alimentos eficazmente y para absorber los nutrientes indispensables que nos proporcionan una salud general.
De la misma manera, una nutrición buena y unas costumbres de alimentación adecuadas fomentan una buena salud dental.
LA IMPORTANCIA DE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE:
Los dientes de leche se empiezan a desarrollar durante el segundo mes de vida del embrión y se calcifican antes del nacimiento del bebé.
Los dientes permanentes se empiezan a calcificar justo antes del nacimiento del bebé y todas las coronas de los dientes permanentes, excepto las de las muelas del juicio, están formadas para cuando el niño tiene 8 años de edad.
Lo que comemos y bebemos no sólo juega un papel importante en el desarrollo y protección de los dientes y las encías de hecho, la caries y las enfermedades de encías son dos de las enfermedades más comunes hoy en día y se pueden prevenir simplemente mejorando la dieta.
La enfermedad de encías afecta los tejidos blandos que sujetan los dientes y es la mayor causa de pérdida de dientes en adultos.
Los nutrientes que participan en la formación y salud de los dientes y las encías son fundamentales.
Entre ellos se encuentran el calcio, el fósforo, el flúor, la vitamina D, vitamina A y las vitaminas del grupo B.
Estos nutrientes, esenciales para la formación y mantenimiento de las estructuras del organismo en general, y de los dientes y encías en particular, son indispensables en la dieta a todas las edades si queremos conseguir y mantener una boca sana y una sonrisa bonita.
La leche y los productos lácteos son un grupo de alimentos que constituyen una fuente excelente de la mayoría de estos elementos: calcio, fósforo, y vitaminas A y D y B.
 Estos son los nutrientes más importantes para tener una buena salud dental:
  EL CALCIO, LA VITAMINA D Y EL FLÚOR: Son necesarios para la formación de dientes fuertes durante el proceso de calcificación dental.
El CALCIO:
Es un elemento imprescindible en la formación de los huesos y los dientes.
Si no se ingiere una cantidad suficiente, el organismo se ve obligado a extraerlo de los huesos para asegurar este 1%.
Con ello, los huesos se debilitan por lo que, no sólo se favorece la aparición de la osteoporosis, sino también de enfermedad periodontal.
El hueso que acusa antes la pérdida de calcio es la mandíbula (especialmente el hueso alveolar, que es el que soporta al diente).
Por ello, el diente pierde su soporte y aumenta su movilidad.
Al aumentar el consumo de calcio se han encontrado mejoras en los procesos inflamatorios y en la movilidad dental.
Por esto es especialmente conveniente aumentar el aporte de calcio en personas que sufren enfermedad periodontal.
Dónde se encuentra:
La principal fuente de calcio para nuestro organismo es la leche y sus derivados.
El aporte óptimo de calcio se consigue con unos cinco o seis vasos de leche, tanto entera como desnatada, cinco o seis yogurt o unos 150 gr de queso en porciones.
Hay otros alimentos que contienen calcio como los cereales, las verduras u hortalizas de color verde oscuro, las nueces, las habichuelas y el pescado pequeño que pueda comerse con espinas como sardinillas o boqueroncillos
LA VITAMINA D:
Tiene una importante función en el mantenimiento de la salud ósea y dental.
Facilita la absorción de calcio y fósforo, los cuales son necesarios para tener huesos y dientes sanos, y para mantener en buen estado nuestro sistema nervioso.
Mantiene los niveles adecuados de calcio en sangre.
Dónde se encuentra:
La vitamina D la encontramos en el pescado, aceite de hígado de pescado,margarina, huevos, leche y productos lácteos.
Una parte de esta vitamina se forma en la piel por acción de los rayos solares, de ahí la importancia de exponernos al sol moderado, sobre todo los niños (están en época de formación dental y ósea) y los ancianos (disminuye la capacidad de absorción digestiva de la vitamina D aportada por los alimentos).
Una falta de vitamina D durante la infancia causa retrasos en la aparición de los dientes de leche y permanentes, y modifica el orden en el que los dientes salen.
 El flúor disminuye la posibilidad de padecer caries al endurecer el esmalte de los dientes, reducir la capacidad de la bacteria para producir ácido y fomentar la formación mineral.
 LAS VITAMINAS C Y K:
Son importantes porque mantienen las encías saludables.
La vitamina C mantiene fuerte el tejido de las encías y la vitamina K controla la pérdida de sangre.
La falta de vitamina C afecta las encías y el tejido blando que sujeta los dientes.
Dónde se encuentra. En los cítricos (naranja, limón, mandarina, pomelo, etc.), kiwi, soja fresca, tomates, pimiento verde, lechuga, patata, coliflor, etc.
  LA VITAMINA A:
Es una vitamina liposoluble fundamental para el buen estado de la piel y las mucosas e interviene en la función de la visión.
Además, interviene en la formación y desarrollo de los huesos y los dientes, previene las infecciones y tiene función antioxidante y anticancerígena.
Su déficit produce alteración de la estructura de huesos y dientes y resecamiento de las mucosas con lo que aumenta la predisposición a caries e infecciones.
La falta de vitamina A durante la formación de los dientes interfiere con la calcificación dental y como resultado el esmalte de los dientes no se desarrolla completamente o se desarrolla pobremente.
Dónde se encuentra:
Se encuentra en alimentos de origen animal como pescado, hígado, yema de huevo, mantequilla, queso, leche entera o enriquecida.
También se encuentra en alimentos de origen vegetal como albaricoque, melón, zanahoria, mango, espinacas, tomate, etc.

USO INADECUADO DEL BIBERÓN:
 En muchos casos, beber jugos u otras bebidas azucaradas, en lugar de agua, en biberón o taza causa caries infantiles.
Esto puede ocurrir cuando se acuesta a los niños con el biberón o cuando usan el biberón o taza con frecuencia durante el día.

FRECUENCIA DE COMIDAS:
Además de una higiene dental deficiente, el factor más importante relacionado con las caries es la frecuencia de comidas.
Cuanto más frecuentes sean las comidas, mayor es el riesgo de tener caries.
Esto es debido a que comer a menudo fomenta el crecimiento de la bacteria bucal que a su vez aumenta el nivel de acidez en la cavidad bucal.